domingo, 30 de noviembre de 2008

Entre el orgullo y la realidad

Ya no hay créditos en la argentina. No hay crédito para el gobierno, no hay crédito para los civiles, ni a corto ni a largo plazo. No hay planes de inversión, no hay crecimiento a la vista. Ya no serán el PBI o las exportaciones las que marquen records, tal vez lo sea el riesgo país que en estos días aumento hasta 1733, posicionándose aún por encima del de Venezuela.
La crisis financiera internacional no tuvo en la argentina el impacto que tuvo en otros países porque el gobierno y la mayoría de las empresas argentinas ya tenían grandes dificultades de acceso al crédito y no había fuertes ingresos de capitales como en Brasil. El sistema bancario argentino apenas prestaba a corto plazo y en las últimas semanas hasta ese crédito escaso para comprar televisores o prefinanciar exportaciones acotó.
Pero Argentina no es lo inmune que le gustaría frente a la crisis de la economía real del mundo. A pesar de que el gobierno opte por mostrarse todopoderoso la caída en los precios de las materias primas, en la demanda de productos industriales (sobre todo los destinados a Brasil), y en la recaudación fiscal, desestabilizan y desestabilizarán en los próximos meses la economía interna.
Argentina no es un país confiable para hacer inversiones y Cristina Fernández lo sabía cuando optó por tomar medidas ortodoxas para atraer capitales. La caída del precio de la soja obligó a la mandataria a retomar el diálogo con el club de Paris, con el que tiene una deuda en default desde 2001, y con los bonistas que rechazaron el canje con quita de 2005. Pero la reapertura del canje se estancó. Lo mismo pasó con el pago al Club de París, las reservas del Banco Central tendrán que usarse para afrontar la depreciación del peso ante la salida de depósitos bancarios.
La mejor salida para Cristina Kirchner, fue nacionalizar el sistema de jubilaciones. La jefa de Estado dice que con esta medida se busca rescatar a los actuales y futuros jubilados, cuyos ahorros estaban licuándose por las inversiones en títulos públicos y acciones.
Otro desacierto de la Presidenta. La nacionalización empeoró la salida de depósitos y aumentó la compra de dólares. El Banco Central, tuvo que salir a frenar el aumento del precio del dólar, que ya llegó a 3, 36 para la compra y 3,39 para la venta.

sábado, 29 de noviembre de 2008

¿ Y Fidel que opina?


Día tras día leemos en los diarios los estudios y proyecciones realizados por especialistas, economistas y políticos. Por otro lado son los periodístas quienes se encargan de traducir al lenguaje coloquial los sucesos sobre la crisis financiera.
¿Cómo será verla desde los ojos de Fidel Castro un ferviente opositor del modelo capitalista y constante rival de los Estados Unidos, lugar donde se inició la crisis?


A continuación algunos pensamientos de el ex dirigiente cubano:

-"Las medidas adoptadas traerán más inflación, más devaluación de las monedas nacionales, más pérdidas dolorosas de los mercados, menores precios para las mercancías de exportación, más intercambio desigual"

-"La actual crisis económica mundial es más profunda que la gran crisis de 1930 y dijo su impacto se aprecia en los esfuerzos desesperados de importante líderes mundiales"

-"La crisis también traerá a los pueblos más conocimiento de la verdad, más conciencia, más rebeldía y más revoluciones"

-"Para contar la deuda de Estados Unidos, un hombre tardaría 710 mil millones de años, suponiendo ocho horas de trabajo neto diario sin perder un segundo, al ritmo rápido de 100 billetes de un dólar por minuto y 300 días de labor al año"

-"El pueblo paga siempre las cuentas"

-"El capitalismo tiende a reproducirse en cualquier sistema social, porque parte del egoísmo y de los instintos del hombre"

-"A la sociedad humana no le queda otra alternativa que superar esa contradicción, porque de otra forma no podría sobrevivir"

jueves, 27 de noviembre de 2008

La desigualdad social y educativa argentina



Bien es conocido que los principales factores que explican la desigualdad social y educativa en Argentina pueden sintetizarse en tres condiciones: de lugar de residencia, de inserción laboral y social. Esto puede traer (y trae) desigualdades en el acceso a la educación, tanto por el sistema educativo en sí (sus recursos y condiciones diferenciales) como por los resultados que los estudiantes alcanzan.

En el caso de nuestro país, la brecha educativa se hace más notable si se pone especial atención a los diferentes estratos y sectores sociales que encuadran a la población, dejando más atrás las variables de lugar de residencia y género. Aunque éstas últimas sí suelen marcar disimilitudes en la pertenencia o no a determinados grupos sociales relacionados con el nivel de ingresos.

Pero volviendo al caso educativo, se observa que los más perjudicados son los niños y jóvenes que han sido alcanzados por el aumento de la pobreza e indigencia en el país los últimos años. Sí es cierto que desde la década del 80 el sistema educativo se hizo más universal en la enseñanza básica, hoy la población que se encuentra en la pobreza e indigencia registra una deserción escolar que en rasgos generales cumple con un mismo patrón: los años de estudio cumplidos no llegan a ser los necesarios para lograr la inserción laboral en el futuro. Y el ciclo vuelve a comenzar.

martes, 25 de noviembre de 2008

El camino al dorado

Mirando caer una vez más los precios de los commodities, más de un argentino habrá vuelto a plantear la necesidad de generar un sector industrial fuerte que nos libere de la eterna dependencia del sector agropecuario.
Sin embargo, nuestra historia demuestra una y mil veces que generar un sector industrial competitivo no es tan sencillo como aumentar los aranceles o devaluar a moneda. Un elemento fundamental para lograr un desarrollo industrial sustentable lo constituyen la investigación e implementación de tecnología.
La última publicación del Informe Global sobre Tecnología 2007-2008 que realiza anualmente el Foro Económico Mundial, dejó en evidencia que en la Argentina la tecnología no es un tema prioritario. A diferencia de los informes publicados desde el año 2004, la Argentina no sólo no mejoró su situación sino que cayó 14 puntos. Ubicado en el puesto 77, el desarrollo tecnológico del país está por debajo el de países como Chile (34), Puerto Rico (39) Jamaica (46) Uruguay (65) o Colombia (69).
Uno de los factores que señala el informe como responsable de la caída es la escasa atención del gobierno a esta cuestión en su agenda nacional.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Cómo salir de una crisis


El siguiente artículo retrata un ciclo del sector agropecuario, desde la hiperinflación de los '80 a la devaluación de 2001. Cómo hizo el campo para salir de un fuerte endeudamiento, un modelo de proceso productivo en tiempos de crisis financiera global...

LOS '90: El tipo de cambio bajo, la naciente apertura de la economía y la Ley de Convertibilidad impulsaron la competitividad y productividad del sector agrario haciendo que los productores pudiesen importar maquinarias e insumos y así establecer una competitividad mucho más ceñida. Durante esta época el sector agrario comenzó a recibir créditos y financiamiento no solo del Estado sino además de ciertas bancas privadas. Toda esta coyuntura abrió las posibilidades productivas del campo y respondió favorablemente a las demandas del mercado.
La producción de cereales y oleaginosas se elevó a 40 millones de toneladas anuales, a diferencia de la década anterior que era de 34 toneladas y la frontera agrícola registró un crecimiento anual del 2,7%.
CAIDA ABAJO
A partir de la segunda mitad de los ’90 el modelo de convertibilidad comenzó a perfilar su fracaso y las tendencias de la demanda mundial provocaron una caída en los precios de los commodities, en especial de los aceites y cereales. Eso repercutió en la producción agrícola de manera inmediata debido a que la concentración de la actividad hizo que los efectos negativos coyunturales se expandieran rápidamente.
FUGA HACIA ADELANTE
La solución fue el empleo de tres elementos: las semillas transgénicas de soja y maíz, la técnica de cultivo por siembra directa y el glifosato. Esto significó una reducción de costos por mano de obra, combustible y erosión de las tierras y además resultó una mejora en el proceso productivo ya que de esta manera se acortó el ciclo de siembra.
El implemento de los insumos bioquímicos permitió la utilización de tierras que anteriormente eran consideradas marginadas y además, la utilización del doble cultivo significó un crecimiento del rendimiento por hectárea.
Pero a finales de la década esto trajo como consecuencia un alto nivel de endeudamiento y riesgo: la deuda era equivalente al total del stock ganadero y se estimaban 14 millones de hectáreas hipotecadas.
El saneamiento de la deuda se articuló a partir transferencias de otros sectores de la economía y sentó así las bases para un modelo más ligado al autofinanciamiento que en la fuente bancaria. La crisis que aconteció en 2001 y su consecuente corralito obligaron a los productores a sustituir la divisa faltante mediante la retención de un activo: los granos.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Departamento o casa nueva, ¿conviene invertir o esperar?


La crisis llegó y ha venido para instaurarse. El mercado inmobiliario está sufriendo los efectos negativos. La venta de casas ha comenzado a caer con respecto a meses anteriores. Las casas bajaron su precio un 20%, y la construcción se ha estancado, luego del boom de los últimos años.

¿Tenía entre sus planes comprar una casa o un departamento para el verano?
Le damos las herramientas precisas para que usted pueda evaluar su situación y llegue a sus propias conclusiones sobre si es el mejor momento o deberá esperar.

1. ¿Cuánto le pueden prestar los bancos?
2. Conozca y compare los diferentes planes de crédito y financiación que hay en el mercado
3. Determine el crédito que puede pedir, según la cuota que desea pagar.
4. Calcule los gastos de escrituración al comprar o hipotecar un inmueble.
5. ¿Es conveniente el tipo de cambio actual? ¿Continuarán las oscilaciones? Hoy eldólar tiene una cotización alto, si la semana entrante hay una rebaja de la moneda extranjera el inmueble perderá valor.
6. Consulte proyecciones para los próximos meses

Notas relacionadas:
La crisis desaceleró al mercado inmobiliario
-Se estanca en 2009 el mercado inmobiliario

¿Tiempos Modernos?

lunes, 17 de noviembre de 2008

Wall Street y la tristeza de ya no ser


A esta altura de la crisis financiera global sus efectos ya comienzan a reflejarse no solo en índices, precios de bonos y liquidez bancaria, sino también en los hábitos y la manera de pensar de gran parte de la sociedad norteamericana.

Nueva York ya no brinda esas postales exitistas y de bacanales despilfarros que supieran retratarar de forma magistral autores como Tom Wolfe o Scott Fitzgerald. El clima se parece más a un escrito de Paul Auster donde la rabia y el desconcierto ocupan un lugar preferencial.

Los ejecutivos de entidades como Lehman Brothers, Citigroup, Merril Lynch y Fannie Mae pasaron de ser vistos como los símbolos de una época (la de las bancas de inversión) a ser depreciados y tratados como ladrones y especuladores. Ya no se trata de jóvenes formados en universidades del este y que hablan inglés sin acento, lo mejor de una nación, sino de un grupo de apostadores ebrios de codicia que se jugaron todo en una ruleta que antes de marzo dejará a 5 millones de personas sin casa y seguro médico.

No solo estamos ante un cambio en los modelos económicos sino ante un cambio en la concepción de la palabra éxito, ese vocablo tan lejano en este invierno tan gris que cubre a Wall Street.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Cambio de dirección


Hasta hace poco creíamos que existía un problema de pérdida de confianza en el sistema bancario porque había incertidumbre sobre la solvencia de algunos bancos y entonces la solución era inyectarle liquidez al sistema, recapitalizar la banca y comprar los activos de mala calidad. Pero este diagnóstico tomó un giro inesperado cuando el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Henry Paulson, anunció que el paquete de rescate financiero votado en octubre por el Congreso, no se destinará a comprar aquellos “activos tóxicos”, como estaba previsto. Se utilizará, en cambio, para reactivar el crédito a los consumidores, ayudar a deudores hipotecarios o a estudiantes que han tomado préstamos.
Hoy parecería que la culpa de todos los males la tienen esas deudas tóxicas, que no son otra cosa que activos no líquidos (en este caso hipotecas no líquidas). Derivados financieros que no tienen precio en el mercado y que funcionan de una manera muy metódica: se combinan, se apalancan y se venden. Pero no sólo las hipotecas estaban atadas a estas carteras de activos de mala calidad, estaban también los estudiantes, el sector automotriz y las tarjetas de créditos.
La tasa de interés en Estados Unidos venía cayendo desde octubre, se había reducido a la mitad. Sin embargo, desde el miércoles de la semana pasada ha venido aumentando, y esto no es otra cosa que una señal de la preocupación que rodea a los mercados. Al mercado no le gusta la incertidumbre y, en este momento, la hay (y mucha) acerca del rumbo del mecanismo de ayuda que implementará el gobierno estadounidense.
Por ahora, el llamado de Paulson fue a reanudar el crédito, los tóxicos… que esperen en los bancos.

Alemania, la mayor economía de Europa, en recesión

Por segundo trimestre consecutivo, el Producto Interno Bruto del país germano fue negativo, generado por la caída de las exportaciones, motor principal de la economía alemana. A esto se suma el bajo nivel de consumo registrado en los últimos 90 días.

El panorama financiero actual se asemeja a una cadena de dominó: las fichas van cayendo una a una y cualquier intento para detenerlas es vano. Como espectadores impotentes vemos el derrumbe esperando a que la situación se revierta, para que las consecuencias no se hagan cada vez mas evidentes.

La economía alemana, la tercera mayor del mundo, ha entrado técnicamente en recesión. Esta es una muy mala noticia para el resto de Europa, porque se trata el principal socio comercial de la mayoría de los países. 
Durante los últimos años Alemania se constituyó como el primer exportador mundial, desde mediados de este año las cifras comerciales se han ido desmoronando. Adicionalmente el consumo doméstico ha ido decreciendo y como un factor adicional la confianza de los empresarios se ha instalado en el lugar mas bajo, con respecto a los últimos cinco años. 
Para tratar de dar solución al dificil momento y reactivar la economía, el Ejecutivo aprobó un plan de rescate por 32.000 millones de euros. El dinero será destinado, entre otras cosas, a fomentar inversiones públicas y privadas y a reducir las cotizaciones al seguro de desempleo.
"Estamos en una situación sumamente difícil, en la que no podemos vaticinar lo que sucederá en el futuro", dijo Angela Merkel, la semana pasada cuando presentó el informe economómico en el que se reveló oficialmente la recesión.

¿Y ahora quién sigue?
Las primeras fichas en caer fueron las de economías del Sudeste Asiático: Japón, Corea y Singapur. Después el miedo se hizo sentir en países con alta incertidumbre política. Ahora el temblor ha llegado a los países más desarrollados. Hace una semana el Fondo Monetario Internacional redujo sus previsiones de crecimiento para todos los países importantes del mundo. Adicionalmente predijo para 2009 la primera caída de las economías de los países desarrollados desde la Segunda Guerra Mundial. 

miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Es tiempo de la economía real?


El sistema de créditos en los Estados Unidos equivale al 120% de su Producto Bruto Interno. Y si tenemos en cuenta que el PBI estadounidense es el más grande del planeta, con un cuarto del producto global, no es difícil predecir que una tormenta financiera, bancaria y no bancaria en la primera economía del mundo impacte sobre los flujos de las economías real y financiera de los demás países.
Pero el paradigma económico estadounidense responde a una concepción histórica sobre el funcionamiento del mercado y la forma de asignar recursos. Su modelo rentístico-financiero es fruto de una economía neoliberal, sesgada por la teoría del derrame y la creencia en que la concentración de riquezas en los sectores financieros más poderosos se volcará mágicamente a los sectores populares.
Todo mercado de capitales se lanza al juego de la especulación, donde a mayor riesgo, mayor recompensa. Este sistema paga por correr riesgos. El problema se da cuando los verdaderos generadores de riqueza de un país, sus trabajadores, sufren las consecuencias de ese alto riesgo especulativo.
El impacto de esta crisis financiera global es perceptible porque la desconfianza en los mercados congeló el crédito interbancario y redujo el nivel de liquidez de los bancos, que se ven en apuros a la hora de otorgar préstamos. Por ende, se contrae la capacidad de la población de acceder al crédito y disminuyen los niveles de consumo e inversión productiva. La actividad económica se desacelera y la pobreza o prosperidad de un país pasan a depender de los movimientos virtuales que los grandes especuladores de bolsa realicen en las plazas financieras de todo el mundo.
Por eso, es muy difícil predecir lo que los grupos financieros harán con sus capitales, que recorren el mundo prácticamente sin controles. Lo que sería ingenuo, es pensar que estas fuerzas especulativas del mercado orientarán el crédito hacia la expansión de áreas de infraestructura, a la construcción de gasoductos, centrales energéticas, rutas, aeropuertos, mucho menos a la inversión en innovación tecnológica o desarrollo de conocimientos. Porque esos no son los objetivos de la economía virtual, porque el mercado financiero no piensa más allá de mañana.
De la crisis financiera a la recesión económica hay sólo unos meses. De manera, que es indispensable que el Estado regule los desequilibrios que crea este sistema capitalista ultraliberal, concentrado y desigual en su esencia.
Pero la intervención del Estado en la economía debe ir acompañada de una eficiente intervención en lo social que apunte a la verdadera distribución del ingreso y se aboque a los fines para los que fue creado: educación, salud, seguridad social, transporte y subsidios al consumo de sectores populares. Debe generar un contexto de previsibilidad y confianza que aliente la inversión y la generación de empleos.
No se trata de demonizar al sector financiero. Al contrario, éste debe ser un actor central en el desarrollo y el crecimiento de un país. Pero para esto, debe ser más rentable producir que especular. La banca debería motorizar la reactivación de los flujos de una economía real, basada en el trabajo y la producción.

martes, 11 de noviembre de 2008

Pequeña Explicación de una Gran Crisis


Sin duda uno de los temas más recurrentes y complejos del año fue el de la crisis económica global desencadenada en Estados Unidos. Si bien nos acostumbramos a hablar del “índice Merval” y de los cifras millonarias que el gobierno estadounidense invertirá para frenar la crisis, la mayoría de los argentinos desconocemos cómo se desató y cúanto nos afecta una crisis que algunos auguran “peor que el Wall Street crush”.
Lo cierto es que la historia se remonta al año 2002, cuando la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dispuso que la tasa de interés de referencia se mantuviera en un piso mínimo. Esta medida repercutió en la política de los bancos, que empezaron a dar préstamos para financiar la compra de inmuebles y redujeron los requisitos para poder tomarlos. El aumento en la demanda de viviendas hizo que su precio aumente y esto desató la famosa “burbuja inmobiliaria”. Sin embargo, el gran problema llegó en el año 2004, cuando la Reserva Federal quizo frenar la inflación y optó por enfriar la economía subiendo la tasa de interés.
Cuando se encareció el crédito, la demanda de inmuebles bajo y por ende bajaron los precios. La deuda de muchos propietarios pasó a ser más alta que el precio de su vivienda. Los primeros préstamos en caer en default fueron subprime, los que se habían otorgado a personas con menos garantía, aunque la situación enseguida se trasladó al resto de los tomadores de créditos. A partir de las complicaciones que la crisis trajo en el mercado bursátil, el problema iniciado en Estados Unidos ha tomado un alcance global.
La Argentina no es una excepción: en lo inmediato, la crisis repercute en las tasas de interés que el país va a tener que pagar para endeudarse. Tanto los bonos como las acciones argentinas forman parte de los activos riesgosos, con lo cuál los bancos que necesitan recaudar fondos optan por deshacerse de estos activos. Esta medida hace que el valor de nuestros activos caiga, por lo que aumentan sus intereses.
El aumento en las tasas de interés al Estado no tardó en trasladarse a los ciudadanos, lo que dificulta cada vez más el acceso al crédito.