viernes, 21 de noviembre de 2008

Cómo salir de una crisis


El siguiente artículo retrata un ciclo del sector agropecuario, desde la hiperinflación de los '80 a la devaluación de 2001. Cómo hizo el campo para salir de un fuerte endeudamiento, un modelo de proceso productivo en tiempos de crisis financiera global...

LOS '90: El tipo de cambio bajo, la naciente apertura de la economía y la Ley de Convertibilidad impulsaron la competitividad y productividad del sector agrario haciendo que los productores pudiesen importar maquinarias e insumos y así establecer una competitividad mucho más ceñida. Durante esta época el sector agrario comenzó a recibir créditos y financiamiento no solo del Estado sino además de ciertas bancas privadas. Toda esta coyuntura abrió las posibilidades productivas del campo y respondió favorablemente a las demandas del mercado.
La producción de cereales y oleaginosas se elevó a 40 millones de toneladas anuales, a diferencia de la década anterior que era de 34 toneladas y la frontera agrícola registró un crecimiento anual del 2,7%.
CAIDA ABAJO
A partir de la segunda mitad de los ’90 el modelo de convertibilidad comenzó a perfilar su fracaso y las tendencias de la demanda mundial provocaron una caída en los precios de los commodities, en especial de los aceites y cereales. Eso repercutió en la producción agrícola de manera inmediata debido a que la concentración de la actividad hizo que los efectos negativos coyunturales se expandieran rápidamente.
FUGA HACIA ADELANTE
La solución fue el empleo de tres elementos: las semillas transgénicas de soja y maíz, la técnica de cultivo por siembra directa y el glifosato. Esto significó una reducción de costos por mano de obra, combustible y erosión de las tierras y además resultó una mejora en el proceso productivo ya que de esta manera se acortó el ciclo de siembra.
El implemento de los insumos bioquímicos permitió la utilización de tierras que anteriormente eran consideradas marginadas y además, la utilización del doble cultivo significó un crecimiento del rendimiento por hectárea.
Pero a finales de la década esto trajo como consecuencia un alto nivel de endeudamiento y riesgo: la deuda era equivalente al total del stock ganadero y se estimaban 14 millones de hectáreas hipotecadas.
El saneamiento de la deuda se articuló a partir transferencias de otros sectores de la economía y sentó así las bases para un modelo más ligado al autofinanciamiento que en la fuente bancaria. La crisis que aconteció en 2001 y su consecuente corralito obligaron a los productores a sustituir la divisa faltante mediante la retención de un activo: los granos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

el campo de la única manera que sale de la crisis es pensando en ellos mismos. De qué crísis hablan cuando los dueños de la tierra están tomando café en un bar con los bolsillos repletos???

Anónimo dijo...

Está muy claro que gestionando de una manera correcta los recursos los resultados serán buenos.